La Opinión Ajena

Hasta qué punto es importante la opinión ajena?
Si no conoces cómo eres y no confías en tu propia opinión creerás siempre en los que los otros digan de ti. Y como cada uno ve lo que quiere ver, notarán en ti solo aquello que trate de ellos mismos.


¿Y cómo es esto? Seguramente haz escuchado frases como:
¡Qué torpe sos!
¡No haces nada bien!
¿Quién te crees que sos?
Yo te lo digo por tu bien.
Sos una inmadura.
Sos igual a tu padre…
Tenés el carácter podrido de tu abuela
¿Cuántas veces hay que decirte las cosas?
¡Sos una desordenada, un desastre!

Frases que parecen inocentes van marcando el carácter de quien las escucha. El daño que puede hacer un padre a un hijo con estas palabras se traducirá en adultos lastimados. Pero no solo es un tema que tenga que ver con la niñez, muchos son los casos de esposos que se lo dicen a su mujer (o a la inversa), madres de mujeres adultas que siguen castigando verbalmente a sus hijos o amigas que bajo el lema “te lo digo de onda” dañan sin querer queriendo (como la frase que usaba el chavo).

Por eso es importante que comencemos a armar un modelo de mujer que no esté sometido al valor ajeno.
Si yo se lo importante y única que soy, no habrá frase que lastime mi AUTOESTIMA.
Tomate un tiempo para conectarte con vos misma y notar que te gusta y te hace bien
Te dejo algunas preguntas para que pienses…

¿Qué te hace feliz?

¿Estás haciendo un poquito todos los días de aquello que te hace bien?