Cambiar las palabras puede ser la clave para modificar Emociones negativas...

Las palabras tienen, para cada uno, un significado propio que nos generan sentimientos o pensamientos asociados a lo que pensamos de ellas.
Hay palabras que nos motivan y otras que nos paralizan según el sentido que tenga para nosotros.

Para poder modificar sentimientos negativos sobre algunos puntos de nuestra vida en los cuales no logramos avanzar, podemos recurrir a un ejercicio sencillo de solo 4 pasos en los cuales debes buscar reemplazar palabras que te produzcan resistencia por otras que te motiven a actuar o te hagan sentir mejor.

Paso 1: Identifica las áreas de tu vida en las que sientes que no puedes avanzar o que te cuesta sentirte a gusto.

Paso 2:

Examina cuáles son las palabras que utilizas para identificar estas áreas y que son las que te producen malestar (ej: dinero, dieta, enfermedad, dolor, etc.)

Paso 3:

Busca reemplazar estas palabras por otra que la relaciones con algo positivo (ejemplo: dieta=quererme; dinero=energía, etc.)
Paso 4:
Arma frases con la nueva palabra y recuérdatelas regularmente. Puedes hacerte carteles y ponerlos en lugares visibles o tarjetas que entren en tu cartera para leerlas en cualquier momento.
Te detallo dos ejemplos:

Ejemplo 1:

Sientes que no estás a gusto con tu cuerpo y que tu peso (kilos o libras) es el que determina tu grado de malestar. Pero cada vez que decides empezar a realizar un cambio surge en tu cabeza la palabra dieta que, con solo escucharla, te causa irritación y frustración porque muchas veces intentaste adelgazar y no obtuviste el resultado esperado.

Entonces puedes buscar reemplazar esta palabra (dieta) por otra que no te cree resistencia, por ejemplo puedes cambiarla por "quererme" y así "Tengo que empezar la dieta" podrías quedar como "Tengo que empezar a quererme".

Ejemplo 2

Percibes que corres tras el dinero, que nunca te alcanza o que se esfuma entre tus manos. La palabra dinero o plata puede generarte sentimientos de escasez, falta de merecimiento, desesperanza, etc. En este caso puedes reemplazarla por otra palabra como "energía" y así cada vez que te refieras al dinero digas por ejemplo:

No tengo energía,

Necesito más energía,

Cuando junte la energía necesaria compraré tal cosa...

Fíjate como cambia el sentimiento cuando cambias las palabras.

Algo importante: No tienes que hablar con otros estos cambios en tu vocabulario ya que puedes sentirte cohibida o incluso burlada por hablar de una forma diferente a la habitual y esto te producirá el efecto contrario. Imagínate si le preguntas a alguien cuánta "energía" me sale tal producto, seguramente te mirarán con cara de preocupación... (por no decirte que pensarán que estás enloqueciendo jaja).

Solo cámbialas para ti misma.